Viverización de plantas extraídas del bosque
Dada las extremas condiciones a las que se ven expuestas durante el verano (altas temperaturas y déficit hídrico), es muy probable que buena parte de las plántulas de especies arbóreas mueran (hualo, roble, avellano, entre otras), de ahí entonces que se hace adecuado llegar en primavera a extraerlas y trasladarlas al vivero, con el fin de favorecer su sobrevivencia y posterior desarrollo, para ello se toman las mayores precauciones al extraer las plantas del bosque y su posterior repique a contenedores o bolsas según corresponda.
La actividad comienza con la identificación de sectores al interior del bosque en que se ubican una importante concentración de plántulas que han emergido principalmente durante la última temporada, luego de seleccionado el lugar se procede a organizar la recolección, para ello es fundamental que esta se realice a primeras horas de la mañana con un ambiente fresco. Las plantas recolectadas deben ser extraídas con suficiente con tierra que cubra sus raíces, y colocadas en recipientes húmedos. El traslado debe ser realizado con extremo cuidado y en forma suave a fin de remover lo menos posible la tierra adherida a las raíces. Luego en el vivero se debe contar con agua en cantidad suficiente para eliminar tierra adherida a las raíces. El repique consiste básicamente en establecer las plántulas en contenedores o bolsas, teniendo en consideración que la preparación del sustrato y la manipulación de las plantas deben realizarse con especial cuidado.
Respecto del sustrato, se sugiere realizar una mezcla de 1/3 de tierra de hoja, con 1/3 de arena fina y 1/3 de tierra del lugar. Lo importante es que el sustrato posea buen drenaje y porosidad, de tal manera que se evite el anegamiento del sustrato y las raíces tengan buenas condiciones para su expansión y desarrollo.
